El ex presidente israelí y premio Nobel de la Paz, Shimon Peres, uno de los padres fundadores de Israel y uno de sus políticos más importantes, murió anoche a los 93 años, y su deceso sumió a Israel en el duelo y desató tributos en todo el mundo a un estadista de talla histórica que trabajó por la paz con los palestinos.
Peres, que estuvo al frente de la política nacional israelí durante cinco décadas y ejerció todos los cargos más importantes del país, incluyendo el de primer ministro en dos ocasiones y el de presidente, un puesto mayormente ceremonial, sucumbió a un letal derrame cerebral que sufrió el pasado 13 de septiembre.
En 1994 fue galardonado con el premio Nobel de la Paz junto a los entonces presidente palestino Yasser Arafat y al primer ministro israelí Issac Rabin por su rol en la negociación de los acuerdos de Oslo de 1993, que contemplaban la luego frustrada creación de un Estado palestino que viva al lado y en paz con Israel.
Hoy (por ayer), con gran tristeza, debemos despedirnos de nuestro querido padre, el noveno presidente de Israel, Shimon Peres, fue el escueto anuncio oficial hecho por su familia a las 7 de la mañana, que confirmó informaciones que ya circulaban desde dos horas antes en el hospital donde estaba internado.
Sereno y breve, Jemi Peres, hijo del ex presidente, describió a su padre como uno de los padres fundadores del Estado de Israel, declarado en 1948 por David Ben Gurion, de quien el dirigente fallecido ayer fue su mano derecha.
La pérdida que sentimos pertenece a todo (el pueblo de) Israel, todos compartimos el dolor, subrayó en el hospital de Shiva, a las afueras de Tel Aviv, informó la agencia de noticias EFE.
La sensación de luto se transformó inmediatamente en un aluvión de comunicados de políticos -de izquierda y derecha por igual- e instituciones oficiales y no oficiales, mientras las emisoras de radio rebajaban sus decibelios a melódicas canciones reservadas para los días de duelo nacional.
Igualmente, los preparativos para el funeral de Estado que se oficiará como homenaje póstumo, pese a que no ejercía ningún cargo oficial desde 2014, se han intensificado conforme llegaban las confirmaciones de participación de dirigentes extranjeros.
El presidente estadounidense, Barack Obama, elogió a Peres como un amigo que nunca renunció a la posibilidad de una paz entre israelíes, palestinos y los vecinos de Israel y destacó que Estados Unidos está en deuda con él porque nadie ha hecho más (...) para construir la alianza entre nuestros países.
La Cancillería israelí dijo que Obama y otros líderes mundiales, como el presidente francés, Francois Hollande, y el príncipe Carlos de Inglaterra, asistirán a los funerales de Estado para Peres, que será enterrado el viernes en la parcela de los Grandes de la Nación del cementerio del Monte Herzl, en Jerusalén.
En línea con los protocolos oficiales, será llevado en un vehículo militar escoltado por soldados, en el que será trasladado a Jerusalén y expuesto en el Parlamento (Kneset) hasta que se proceda a su entierro en la parcela de los Grandes, junto a dirigentes como Rabin, asesinado en 1995.
Además de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Australia y Canadá, al menos otros 10 países estarán representados al máximo nivel en las exequias, según la Cancillería israelí.
El ex presidente estadounidense Bill Clinton, quien contribuyó con la consecución de los acuerdos de Oslo, dijo que Medio Oriente perdió a un ferviente defensor de la paz y la reconciliación.
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