Más de 135 jefes de Estado y de Gobierno se darán cita en Nueva York a partir de hoy para el debate anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con una agenda marcada por la guerra en Siria, el fin del conflicto en Colombia y la crisis de refugiados en Europa y el mundo.
La 71´ Asamblea Anual de la ONU comenzará cuando el presidente de Brasil, Michel Temer, abra el debate en el que expondrán los principales líderes globales durante los siguientes cinco días.
Sin embargo, el encuentro no contará con la presencia de algunas de las figuras más importantes de la escena internacional, ya que tanto el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su par de China, Xi Jinping, anunciaron que no participarán del encuentro.
Tampoco será de la partida el presidente de Cuba, Raúl Castro, quien el año pasado se convirtió en el primer mandatario de la isla en participar de esa instancia luego de más de medio siglo.
Como es habitual, la ronda de disertaciones se iniciará con el discurso del presidente brasileño, que asumió la primera magistratura luego de la caída de Dilma Roussef, cuya destitución a fin de agosto sacudió al país y la región.
Paradójicamente, quien hablará en segundo lugar es Barack Obama, que se estará despidiendo de la reunión anual del organismo multilateral, luego de 8 años como presidente de los Estados Unidos.
Será además, el último encuentro que encabezará el actual secretario general del organismo, Ban Ki-moon, que en diciembre próximo le dejará su cargo a un sucesor aún incierto.
También esta será la oportunidad para el debut de varios nuevos mandatarios, entre ellos, los presidentes de Argentina, Mauricio Macri y de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, así como la nueva primera ministra británica, Theresa May.
Uno de los temas que tendrá centralidad en la agenda del cónclave mundial es la guerra en Siria, al punto que el miércoles, el Consejo de Seguridad, el órgano de toma de decisiones de la ONU, celebrará una sesión para analizar el conflicto armado que ya ha causado 280.000 muertos.
La crisis, que se inició en 2011 con una ola de protestas contra el presidente Bashar al Assad y se agravó con la aparición de una insurgencia armada, tuvo un breve respiro durante la última semana en virtud de frágil tregua adoptada por las partes en conflicto a instancias de Estados Unidos y Rusia.
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