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SALTA
Dos inmuebles vinculados al sindicado capo narco Reynaldo Castedo, detenido el viernes en el partido bonaerense de Ituzaingó, fueron allanados en la localidad salteña de Salvador Mazza, donde se secuestraron elementos que reforzarían la hipótesis de que el acusado seguía con sus operaciones aun prófugo, según informaron fuentes de la investigación.
Los procedimientos concluyeron el sábado en horas de la noche y fueron realizados por personal de la gendarmería en las fincas colindantes “El Pajeal” y “El Aybal”, situadas en el Paraje Madrejones, en dicha localidad ubicada en la frontera de la provincia de Salta con la República de Bolivia.
Fuentes de la investigación informaron que en los allanamientos los gendarmes se incautaron de una escopeta y revólveres, un uniforme de la fuerza y documentación a nombre del imputado Castedo, de cincuenta años de edad, el cual en las próximas horas será trasladado en un avión y bajo estrictas medidas de seguridad a Salta para quedar a disposición de la justicia local.
“Esto demuestra, junto a las escuchas, que él seguía manejando todo estando prófugo”, explicó uno de los investigadores del caso.
“PRACTICA COMUN”
Consultado acerca del secuestro de un uniforme de la Gendarmería, refirió que es una práctica “común entre narcos simular procedimientos antidrogas para apoderarse de los cargamentos de otras bandas”.
La hipótesis de los investigadores apunta a que Castedo traía grandes cantidades de droga desde Bolivia a través de las dos fincas allanadas y que luego la transportaba oculta en camiones con cargamentos de madera que finalmente eran exportados a Europa.
Sobre la finca “El Pajeal”, los pesquisas determinaron que pertenecía a otro de los principales investigados -el ya fallecido diputado provincial Ernesto Aparicio- y que fue administrada durante años por Castedo.
Mientras que “El Aybal” cobró relevancia para la investigación al comprobarse que el sindicado capo narco la regenteaba y que en el año 2003 fue adquirida por otro de los procesados, Mario Yudi, que actuaba como un “testaferro” del primero.
En el año 2005, ese mismo inmueble fue transferido de nuevo a Castedo que luego la eliminó de su patrimonio a través de una venta simulada, tras el homicidio de Liliana Ledesma, de veintisiete años de edad, que fue cometido el 21 de septiembre de 2006 y cuya autoría intelectual se le imputa, debido a que la víctima lo había denunciado por narcotráfico.
Además, a través de las escuchas se habría determinado que Castedo se refería permanentemente a un conflicto de desalojo en esa finca, añadió la fuente y recordó que del entrecruzamiento de llamados también surgió que en una de esas conversaciones el acusado se refirió a un hombre que en mayo pasado declaró ante la justicia federal de Orán que Castedo concurría a la finca “El Pajeal”.
Asimismo, señlaó que de hecho, en esas mismas escuchas, Castedo se mostró preocupado porque ese declarante habría dicho que desde ese inmueble se estaban sacando camiones con estupefacientes.
Por otra parte, Elida Romero, madre de la joven víctima Liliana Ledesma, dijo que el sindicado narco se mantuvo prófugo durante ocho años porque “sobornaba a la policía y a la gendarmería”.
La mujer recordó que a su hija, quien se dedicaba a la venta de huevos, la mataron cuando regresaba a su casa del trabajo por una pasarela y le dieron siete puñaladas.
Tras el asesinato, hubo varios detenidos luego condenados, pero los hermanos Reynaldo y Raúl Castedo, de treinta y siete años de edad, fueron liberados y desde el año 2008 permanecían prófugos hasta que el primero fue apresado el viernes reciente en Ituzaingó y el otro extraditado desde la República de Bolivia a comienzos de julio.
Reynaldo Castedo fue detenido en horas de la tarde en la localidad bonaerense de Parque Leloir, en dicho partido de la zona oeste del conurbano, por gendarmes que lo descubrieron cuando transitaba a bordo de una camioneta Toyota Hilux.
El sospechoso mostró una identidad falsa, la misma que los gendarmes sabían que estaba utilizando, y les negó repetidamente que era el narco buscado, pero luego se pudo determinar de que se trataba de él.
La captura se produjo después de tres meses de escuchas telefónicas a diez líneas y de que se pudiera establecer que Castedo aparentemente vivía en el barrio porteño de Once, pero a veces se dirigía a Parque Leloir.
