En ese contexto, la dirigencia musulmana en San Pablo advirtió sobre el riesgo de que se declare una ola de islamofobia, mientras que familiares de los detenidos descartaron cualquier vínculo con el terrorismo, un tema que domina la agenda de seguridad de los Juegos Olímpicos que comenzarán el 5 de agosto.
Desde el gobierno, en tanto, existe preocupación sobre un efecto boomerang que pudo haber tenido una difusión de las detenciones, ya que se estima que en las primeras horas que siguieron a los operativos se han cancelado unas 20.000 reservas hoteleras para el mayor evento mundial que acogerá la ciudad maravillosa.
El propio gobierno trabaja con la información de que 20.000 personas cancelaron reservas en hoteles para los Juegos por causa de las noticias, dijo hoy Folha de Sao Paulo.