ULTIMO MOMENTO:
por Patricio Tesei
En simultáneo, el oficialismo profundizará el operativo seducción para estudiar acuerdos políticos con dirigentes peronistas, sobre todo del conurbano bonaerense (y a pesar de la resistencia de los socios del radicalismo), de acuerdo señalaron desde la Casa Rosada.
El argumento para esta estrategia la repiten los principales armadores políticos del Gobierno nacional a modo de certeza y verdad revelada: “No hay proyecto de ‘Mauricio Macri presidente’ por 8 años si no se gana la provincia de Buenos Aires el año que viene”.
“Esteban tiene ganas y va a empezar a caminar la provincia; mide bien en las encuestas y tiene la ventaja de ser muy conocido en el Conurbano por todos los años que fue ministro de Educación en la Ciudad”, confió un importante funcionario que tiene su despacho en Balcarce 50.
Aunque el panorama electoral para el 2017 aún asoma difuso, dirigentes del PRO piensan en Bullrich para encabezar la lista de senadores, dentro del frente Cambiemos que mantenga a los socios de la UCR y de la Coalición Cívica, pero que también incorpore al sector “dialoguista” del peronismo provincial, encabezado por intendentes como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) o Mariano Cascallares (Almirante Brown), entre otros.
Bullrich se sumaría a la carrera política por la provincia a la que ya se lanzó el intendente de Vicente López y titular del Grupo BAPRO, Jorge Macri, al tiempo que se abre un signo de interrogación en torno a la diputada nacional Elisa Carrió y los ministros nacionales Carolina Stanley (Desarrollo Social) y Jorge Triaca (Trabajo).
“Triaca tiene ganas de ser candidato y Carolina siempre está en carpeta porque mide bien”, aseguraron a esta agencia desde el macrismo, en tanto que Carrió -con más autonomía dentro de Cambiemos- aún no definió si hará campaña en la provincia o en la ciudad de Buenos Aires, o si finalmente no se presentará en las elecciones.
En Cambiemos reconocen que la necesitan como “fuerza de choque” si el ajedrez político de la provincia se presenta complicado, con el peronismo más cerca de la unificación que de la actual dispersión: “Nosotros trabajamos para la fragmentación de ellos, si se juntan representa nuestro fracaso”, admitió un funcionario.
Descartado reeditar el acuerdo electoral del 2013 con el diputado nacional y referente del Frente Renovador Sergio Massa (en las oficinas de Casa Rosada el tigrense es considerado como “poco confiable”), el radar, además, está puesto en el “doble juego” de la diputada nacional Margarita Stolbizer, que oscila en avanzar su alianza con Massa o sumarme al frente oficialista.
El operativo seducción del peronismo dialoguista ya está en marcha, y la foto que se sacaron la semana pasada un sonriente jefe de Gabinete, Marcos Peña, juntamente al intendente de José C. Paz, Mario Ishii, forma parte de este proceso.
Por un lado, lo encabezan el ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio (junto al viceministro Sebastián García De Luca), y el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
Por otro lado, abocados en ese objetivo trabajan el ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai; y el flamante ministro de la Producción, el ex massista Joaquín De La Torre.
“Todavía falta mucho y faltan ver los mecanismos de un posible acuerdo, pero es necesario, y lo tienen que entender los socios del radicalismo, ampliar la base de sustentación de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires”, relató un funcionario nacional.
Y agregó: “Ellos tienen acuerdos provinciales por fuera de Cambiemos y nosotros lo entendemos; Santa Fe es un ejemplo, y eso que el gobierno de Miguel Lifshitz es el que más nos pega; en otras provincias están con Libres del Sur, por lo tanto lo tienen que entender”.
