POR EL ESCÁNDALO DE SUS CORREOS ELECTRÓNICOS
El pronunciamiento del FBI virtualmente pone fin a una investigación oficial iniciada hace varios meses para determinar si Clinton puso en peligro la seguridad nacional o violó leyes sobre el manejo de información clasificada al haber utilizado su correo electrónico en vez de una cuenta oficial más segura.
Aliviada por una decisión que remueve un enorme escollo y una potencial amenaza legal para sus aspiraciones presidenciales, la candidata presidencial demócrata se declaró contenta de que el asunto se haya resuelto, aunque reiteró su mea culpa de que fue un error haber usado su cuenta de correo privada.
Aunque la conclusión del FBI no es vinculante y la decisión final corresponde al Departamento de Justicia, su titular, la fiscal general, Loretta Lynch, indicó la semana pasada que la opinión de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) sería definitiva.
El aspirante presidencial republicano y muy probable rival de Clinton en las elecciones de noviembre, Donald Trump, criticó la decisión y dijo que el sistema está manipulado.
¡Muy muy injusto! Como es habitual, un mal juicio, escribió Trump en la red social Twitter.
En una rueda de prensa en la sede del FBI, su director, James Comey, dijo que Clinton fue negligente al haber utilizado su cuenta de email privada pero que no había pruebas de que hubiera cometido un delito, y que por lo tanto ningún fiscal razonable presentaría cargos contra ella.
Expresamos a la Justicia nuestra visión de que no deben presentarse cargos en este caso, dijo Comey, aunque matizó que la ex secretaria de Estado había sido extremadamente descuidada al emplear un correo personal durante su etapa al frente de la diplomacia estadounidense.
Tras explicar detalladamente las pruebas halladas por el FBI, Comey subrayó que ningún fiscal razonable presentaría cargos contra ella (Clinton), ya que no hay pruebas que respalden una imputación criminal en este caso.