CRISIS EN LA CTA
Cuatro son los millones de pesos que los dirigentes de esos sindicatos confiaron que no figuran ingresados en el último ejercicio de esa central obrera, aunque sí se asentaron como egresados y depositados por las organizaciones de base.
Faltan cuatro millones de pesos del último ejercicio. No hubo aún convocatoria al Congreso Ordinario para analizar la Memoria y Balance del período 2015.
El que presentó Micheli a sus pares de Comisión Ejecutiva fue rechazado de plano por supuestamente impreciso y por no registrar el ingreso de esos aportes; no figuran en ningún lado como ingresados, aunque sí hay constancia de que fueron depositados por los gremios de base de la CTAA, puntualizaron las fuentes sindicales consultadas.
La grieta y disputa interna en la central que orienta el ex titular de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) es mayúscula y, el conflicto, estalló en diciembre de 2014, a partir de un cúmulo de factores y causas, precisa y contradictoriamente cuando se inició la era de la legalidad para la CTAA.
Un reciente plenario de agrupaciones, dirigentes y militantes, realizado en la sede gremial de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM), que lidera uno de los adjuntos de la central, Ricardo Peidro, reunió a la totalidad de los opositores a Micheli -inclusive al veterano dirigente estatal Carlos Custer- y adoptó determinaciones tajantes respecto del futuro de la entidad.
Allí se decidió como condición sine qua non la reubicación en su cargo del histórico abogado y titular del Observatorio Jurídico de la CTAA, Horacio Meguira -habría sido desplazado de forma antiestatutaria por Micheli, hace un mes-; invalidar lo actuado unilateralmente por ese dirigente; rechazar cualquier posible fusión con la CTA del docente Hugo Yasky por ser pieza de un engranaje del Frente para la Victoria (FpV), que forma parte de las organizaciones que se identifican con el luche y vuelve, e impulsar y construir una huelga nacional en unidad de acción con las fuerzas sociales y políticas contra las políticas de ajuste y los tarifazos del gobierno nacional.
Otra resolución fue propiciar e impulsar la convocatoria al Congreso Ordinario de la entidad, que debe aprobar o rechazar la Memoria y Balance cuestionada por gran parte de la Comisión Ejecutiva y las uniones y federaciones nacionales.
El plenario está decidido a hacer valer su condición de mayoría y, para el supuesto de dilación por parte de Micheli, se resolvió autoconvocar al Congreso Nacional, especificaron las fuentes.
Las propuestas fueron aprobadas en forma unánime por los secretarios generales, dirigentes y militantes de todas las provincias, seccionales y regionales que confluyeron en la AAPM.
Las fuentes consultadas por esta Agencia coincidieron en afirmar que la CTAA tuvo un período de ilegalidad e informalidad, durante el cual el manejo de los fondos era discrecional (2010-14).
Con la inscripción gremial los manejos de Micheli continuaron siendo unilaterales; no figuran los ingresos y egresos del período y, la administración del dirigente, fue discrecional y sin rendir cuenta de los excesivos gastos en viajes injustificados.
Se llegó a un límite. El buen muchacho de barrio que era Pablo se convirtió en un dictador y un autoritario, con actitudes del viejo y rancio stalinismo. En los últimos cinco meses no dudó en despedir sin causa a dos periodistas que trabajaban para la CTAA, a dos secretarias y hasta a un portero, aseguraron los voceros.