MAS FUERTE LOS BOMBARDEOS EN ALEPO Y AL RAQA
La guerra siria se concentró ayer en el norte del país, con la reanudación cada vez más fuerte de bombardeos aéreos contra la devastada ciudad de Alepo, controlada en parte por la oposición, y la ofensiva de las fuerzas kurdas hacia Al Raqa, el principal bastión del Estado Islámico (EI) en el territorio.
Desde el lunes pasado, cuando comenzó la ofensiva de las fuerzas kurdas -aliadas de Estados Unidos, pero también en tregua con el Ejército sirio- sobre Manbach, una localidad estratégica ubicada al noreste de Alepo y en la ruta hacia Al Raqa, al menos 30 milicianos del EI, 32 civiles y 12 combatientes kurdos fallecieron.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, informó los milicianos kurdos murieron en combates con el EI, mientras que los islamistas fallecieron mayoritariamente por bombardeos aéreos lanzados por la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, que apoyan paso a paso el avance de sus aliados kurdos.
Además, el Observatorio sostuvo que las fuerzas kurdas ya se encuentran a sólo cinco kilómetros de la entrada de la localidad de Manbach, la ciudad controlada por el EI que se encuentra más cerca de la frontera turca.
La última vez que las fuerzas kurdas sirias se lanzaron a la reconquista de una localidad tomada por el EI pegada a la frontera con turca fue en Kobani y las escenas fueron devastadoras ya que no sólo se enfrentaron con los islamistas, sino también con el rechazo de las autoridades turcas -enfrentadas históricamente con la minoría kurda en su territorio- que cerraron la frontera e, inclusive, lanzaron algunos ataques.
Mientras esta ofensiva avanza y promete preparar el escenario para la gran última batalla contra el EI en Siria, en Al Raqa, al oeste, otro frente de batalla vuelve a escalar y parece no tener fin.
El Observatorio y grupos de activistas opositores locales denunciaron ayer que el Ejército volvió a bombardear desde el aire la parte de la ciudad de Alepo controlada por la oposición y causó al menos 32 muertos, entre ellos una mujer y tres menores.
Por otra parte, ocho personas murieron en bombardeos perpetrados por los insurgentes contra barrios de la ciudad controlados por el gobierno, añadió la ONG.
También los activistas opositores acusaron a Rusia de participar de los bombardeos aéreos, pese a que Moscú sostiene que no participa de los ataques sobre Alepo desde que su gobierno y Estados Unidos impulsaron conjuntamente una tregua en esa zona, para frenar la violencia que ya mató a más de 270.000 personas en los últimos cinco años.
Al mismo tiempo que la oposición y sus aliados denunciaban una nueva escalada sobre una de las ciudades con presencia opositora más destruidas de Siria durante la guerra, dentro de Rusia crecían las presiones públicas para relanzar oficialmente la campaña anti islamista dentro de Alepo.
Rusia no va a esperar eternamente. Los terroristas aprovechan cada día para incrementar sus filas y rearmarse, advirtió Konstantin Kosachov, presidente del comité de Relaciones Exteriores del Senado ruso, a medios locales, citados por la agencia de noticias EFE.
En aras de garantizar el respeto de la tregua en vigor desde finales de febrero pasado, el Kremlin aceptó en su momento excluir a Alepo de los objetivos de sus bombardeos aéreos, lanzados desde su base en Latakia, en el noroeste del país, sobre la vera del Mar Mediterráneo.