Las cuentas públicas registraron un déficit 62.402,7 millones de pesos lo que implica una baja de 2,7 por ciento respecto al que se registró en el mismo período del año pasado, como consecuencia de la baja de subsidios en servicios, suba de tarifas y demora en obra pública, según informó el Ministerio de Economía.
En tanto, el resultado financiero mostró un desequilibrio de 51.640,9 millones de pesos, que representa una reducción de 36 por ciento en la comparación interanual enero/abril. “El déficit se está achicando a un ritmo más rápido que lo previsto pero no pensamos modificar la meta”, afirmó Vladimir Werning, Jefe de Gabinete de la secretaría de Política Económica, en diálogo con periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda.
“En estos primeros cuatro meses estamos dentro de los parámetros que nos fijamos. Y eso también es importante porque la política fiscal va ayudar a reducir la inflación”, enfatizó el funcionario.
El funcionario explicó que “si bien en términos nominales la baja fue de 2,7 por ciento si hacemos el análisis a precios constante la caída es de 27,5 por ciento”.
Werning agregó que para diagramar la serie a precios constante se deflactaron las cifras por la inflación promedio calculada por La Ciudad de Buenos Aires y la provincia de San Luis.
“Lo que sucedió en este período es importante porque cuando proyectamos un déficit de 4,8 por ciento del PBI estamos calculando implícitamente una mejora de 12 por ciento en términos reales”, añadió.
Luego insistió en que “si en el primer cuatrimestre estamos viendo una mejora de 27,4 por ciento, estamos satisfechos porque la convergencia es consistente con la meta anual”.
Werning reconoció que entre enero y abril hubo una baja de 6,6 por ciento en los gastos de capital producto de la imposibilidad de ejecutar erogaciones, especialmente de obra pública, por la falta de un presupuesto acorde y la documentación necesaria.
En ese sentido, afirmó que “es muy probable que desde mayo, y a partir de la normalización de la situación financiera que se produjo en abril, se verá un aumento sostenido en los gastos de capital”.
El funcionario agregó que si bien el nivel de gasto se redujo muy por encima de lo proyectado no hay en estudio una revisión de la pauta de déficit fiscal para el año que la ratificó en el 4,8 por ciento.
Destacó que a partir de abril, cuando el gobierno alcanzó un acuerdo con los “holdouts” se le abrió el acceso al crédito a los mercados financieros a mejores tasas, lo cual hace que baja el gasto de capital.
También ayudó a contener el gasto durante el primer cuatrimestre del año el menor nivel de ejecución de obras públicas “debido a que hubo que hacer varias auditorias”.
Por eso “es de esperar que a partir de mayo y junio, esas obras comiencen a reactivarse”, dijo Werning.
“Este es un año de transición, donde se están tomando medidas para proteger a los más vulnerables, quitando impuestos distorsivos para activar la economía, arreglando situaciones financieras, por los que muchas partes del presupuesto que se van a ir acomodando”, concluyó el funcionario.
Esta situación se explica en parte porque en el primer cuatrimestre los ingresos tuvieron un crecimiento del 29 por ciento, mientras que los gastos aumentaron al 24 por ciento.
Cabe recordar que bajo los lineamientos de la nueva administración en los cálculos de ingresos se excluyen los aportes de utilidades del BCRA y del FGS de ANSES; mientras que en los gastos no se computan intereses de la deuda.