Las decisiones contradictorias de los jefes de la cámara baja, Waldir Maranhao; y de la cámara alta, Renán Calheiros, se conocieron con apenas siete horas de diferencia y a dos días de la fecha en la que la oposición pretendía suspender el mandato de Rousseff por 180 días para someterla a un juicio político que apunta a la destitución.
La conmoción política por esta puja en el Poder Legislativo se produce en momentos en que manifestaciones a favor y en contra del juicio político eran convocadas en la ciudades de Brasilia y San Pablo.
Además, los movimientos sociales alineados con el gobierno ocuparon el segundo piso del Palacio del Planalto para evitar el golpe contra la Presidenta.