Al menos dieciséis miembros del grupo extremista Estado Islámico (EI) murieron ayer en un ataque aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en el oeste de Irak, mientras que, muy cerca de allí, seis personas murieron y otras trece resultaron heridas cuando un hombre se hizo estallar.
Los dieciséis yihadistas, entre ellos tres suicidas que conducían coches bomba, murieron ayer por los ataques aéreos cerca de una comisaría al sur de la ciudad de Faluya, a unos cincuenta kilómetros al oeste de Bagdad.
Además, cinco militares, entre ellos un teniente coronel, murieron en un ataque suicida con coche bomba perpetrado contra una posición del Ejército iraquí en la zona de Al Yaraishi, al norte de Ramadi, capital de la provincia occidental de Al Anbar.
Pocas horas antes, al menos seis personas murieron y trece resultaron heridas cuando un extremista se hizo estallar en las proximidades de un funeral, en una localidad al oeste de Bagdad, según informaciones de la agencia de noticias EFE.
El hecho sucedió mientras las fuerzas de seguridad intentaban detener a un hombre que caminaba rápidamente hacia el funeral. Tras negarse a la detención, hizo explotar el cinturón que llevaba adosado al cuerpo. Luego del ataque, las fuerzas de seguridad cercaron la zona por temor a otros atentados.
Al sur de la capital iraquí, sin embargo, la escalada de violencia continuó y se informó que hombres armados, que se trasladaban en modernos autos, secuestraron a dos ingenieros petroleros y a un conductor en el área Arab al Yabur.