CONTRA EL AJUSTE Y POR MEJORAS LABORALES
París, En las principales ciudades de Europa y en países como Corea del Sur y Taiwan decenas de miles de trabajadores marcharon ayer por el primero de mayo en contra del ajuste y por mejoras laborales, mientras que en Turquía y Egipto las protestas estuvieron prohibidas y la policía reprimió a los manifestantes que intentaron tomar las calles.
Las manifestaciones más grandes se vieron en Francia, no sólo por el pasado sindical de ese país europeo, sino porque la fecha permitió dar un nuevo impulso en las calles a la lucha que mantiene hace meses la mayoría de los sindicatos contra la reforma laboral del gobierno socialista de Francois Hollande.
Pese a algunos enfrentamientos entre jóvenes enmascarados que lanzaron piedras y policías que respondieron con gases lacrimógenos en París, las manifestaciones fueron pacíficas y no terminaron con cientos de detenidos como sucedió hace unos días, informó la agencia de noticias EFE.
El día del trabajador también se convirtió en una jornada de lucha contra una reforma laboral en Corea del Sur, en donde unas 30.000 personas repudiaron en las calles el proyecto del presidente Park Geun-Hye y de su fuerza conservadora, que según denuncian los sindicatos facilitará los despidos en el sector privado, según la cadena de noticias Al Yazeera.
En España, en tanto, la frustración por más de cuatro meses de incertidumbre política y el escenario de repetición de elecciones marcaron la celebración del primero de mayo, en la que las dos grandes centrales del país llamaron a los ciudadanos a volcarse a las urnas el 26 de junio para que haya un gobierno de cambio y evite la continuidad de los conservadores.
En Italia, los principales sindicatos-Cgil, Cisl y Uil- eligieron la ciudad de Génova, en el noroeste del país, para celebrar la tradicional manifestación del primero de mayo, que este año se concentró en un sólo pedido: que el gobierno saque al país de la crisis económica que arrastra desde 2009 y el país vuelva a crecer.
Miles de personas marcharon por las principales calles de la capital ligur, una de las más industrializadas de Italia y uno de los puertos del Mediterráneo más importantes, bajo el lema Más valor al trabajo: Contratación, empleo y pensiones.
Mientras tanto, en Alemania miles de trabajadores salieron a las calles, pero las consignas más fuertes no fueron contra el gobierno de centro derecha de Angela Merkel, sino contra el crecimiento del principal partido de extrema derecha, Alternativa para Alemania.
En Rusia, en cambio, la principal marcha de los trabajadores fue completamente a favor del gobierno.
Decenas de miles de personas se manifestaron en la Plaza Roja de Moscú con banderas y globos, mientras que grupos de izquierda minoritarios se congregaron en otras partes de la ciudad. Por el contrario, en Taiwán el clima en las calles fue opositor.
Miles de trabajadores marcharon en Taipei convocados por los principales sindicatos para pedir una reducción del horario laboral, un aumento salarial y advertir a las autoridades que no aceptarán un eventual acercamiento comercial con China.
Muy distinto fue el panorama en las calles de Egipto y Turquía, en donde los dos gobiernos no permitieron las marchas convocadas por trabajadores y la policía terminó reprimiendo a los que intentaron desobedecer a las autoridades.
Como ya se hizo costumbre en Turquía, las autoridades prohibieron que sindicatos y grupos de izquierdas entren a la simbólica Plaza Taskim en Estambul en el día del trabajador.