SERIOS INCIDENTES ENTRE MANIFESTANTES Y LA POLICÍA
La cuarta gran manifestación nacional en dos meses de la intersindical contra el proyecto de ley impulsado por la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, buscó incrementar la presión para que se retire un texto que comenzará a ser debatido el martes en el Parlamento.
La reforma, según los siete sindicatos de trabajadores y estudiantes convocantes, contiene grandes peligros para el mundo laboral, y ha provocado igualmente malestar en la patronal francesa Medef, que amenazó con romper las negociaciones con los agentes sociales si no se modifica.
La movilización de ayer, pese a la espectacularidad de las imágenes de los enfrentamientos -principalmente en París, Rennes, Nantes, Marsella y Lyon-, fue menor que las de anteriores convocatorias.
La intersindical cifró la movilización en toda Francia en 500.000 personas, mientras que la Policía rebajó el número a 170.000.
En cambio, en la huelga general del 31 de marzo la intersindical informó que se movilizaron 1.2 millones de personas contra los 390.000 admitidos por el ministerio del Interior.
En París, donde hubo importantes destrozos en el mobiliario urbano y en bancos, y otras ciudades el lanzamiento de piedras, latas de pintura y cócteles molotov por parte de algunos manifestantes fue inmediatamente respondido con gases lacrimógenos y cargas policiales.
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, informó a la prensa que 24 agentes resultaron heridos, tres de ellos de forma muy grave en la capital, y que hubo 124 detenciones en toda Francia, que elevan a 382 el número de arrestos desde el inicio de las protestas.
Le pido a los organizadores que condenen la violencia contra las fuerzas del orden, expresó Cazeneuve.
Poco después, el líder del sindicato de izquierda Fuerza Obrera (FO), Jean-Claude Mailly, remarcó en la cadena parlamentaria LCP siempre condenamos ese tipo de violencia, pero ellas tuvieron lugar antes de la manifestación.