En una conversación en la que hablaba de los ejes para reconstruir la dignidad de los jujeños, reposicionando al Estado como ordenador de la vida social, comenzando por su decisión de bancarizar a las cooperativas de trabajo y a todas las personas que perciben un programa social o de empleo, lo que fue una medida fundamental para restituir la libertad a los humildes en Jujuy, que hoy -enfatizó- son titulares de derechos y no son objeto de presiones de ninguna índole, a la vez que se avanza en la elaboración de los planos de viviendas otorgadas por el Estado, requisito ineludible para su escrituración, garantizando de esta manera el derecho a la propiedad, acotó.
Dejamos en claro que no hay otro camino que el cumplimiento de la ley, aseveró Morales, y observó que este principio llevó, por ejemplo, a que los grupos de choque que tenía la Tupac Amaru estén muy disminuidos. Esto es resultado -afirmó- de las garantías de derechos y libertades ofrecidas por el Gobierno de la Provincia a su pueblo, insistió con que no hay otra alternativa que el camino del derecho y puntualizó que Jujuy no resiste más desencuentros estériles, atento a que la Provincia tiene 85 mil empleados públicos, 110 mil planes sociales y apenas 55 mil trabajadores en la actividad privada, cifras que reflejan que este modelo está agotado.