En la provincia de Buenos Aires, la protesta se extenderá hasta hoy, en medio de un cruce entre La Bancaria y la conducción del BAPRO, respecto de denuncias gremiales sobre un plan para cerrar 42 sucursales, que fue negado por autoridades de la entidad presidida por Juan Curuchet.
En ese sentido, los gremialistas no descartaban una nueva medida de fuerza de alcance nacional por 48 horas en caso de no obtener respuestas a los reclamos.
La medida de fuerza, si bien alteró el funcionamiento habitual del sistema financiero por su alto acatamiento, no impidió el desarrollo de las operaciones con cajeros automáticos -más allá de los inconvenientes por la falta de reposición de billetes-, la banca electrónica ni de la cámara compensadora, de acuerdo con lo confiado por fuentes de las cámaras empresarias.
El mayor impacto del paro tuvo lugar en el centro de la ciudad de Buenos Aires, donde la mayoría de las entidades no tuvo actividad y algunas del sector privado operaron con las persianas bajas.
El secretario de prensa del gremio, Eduardo Berrozpe, cuestionó con dureza al Gobierno nacional, y anticipó que sin ninguna duda ampliarán la protesta si la situación no se modifica.